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viernes, 3 de junio de 2011

Disorder.



Cuando somos niños soñamos con cosas pequeñas, sencillas: un helado de fresa, una muñeca que llora o hace pis,o esa bicicleta que tiene el vecino del cuarto. Cuando nos hacemos mayores nuestros sueños cambian con nosotros, y se vuelven complejos igual que nosotros. Pero los sueños se rompen de frente con la realidad, porque la realidad a menudo es radicalmente distinta como uno cree que es. Las personas no siempre son lo que aparentan ser, ni las relaciones, ni mucho menos los sueños... y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio. Lo que uno cree que es negro, puede ser blanco, y lo que uno cree que es blanco, probablemente sea de todos los colores del arcoiris.

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